Han sido días movidos, estuve de viaje (un viaje que llegó como un regalo del universo) y luego de cumpleaños, muchas personas, lugares, aviones, trenes, celebraciones, deseos, etc., y si bien lo disfruté al máximo, uno de mis mayores desafíos cuando ando de aquí para allá, es poder mantener esa conexión conmigo misma, con mis intenciones, con mis emociones y por sobre todo con mi sabiduría interna.
Así que este nuevo post, se trata justamente de eso, de cómo me voy conectando conmigo desde la autocompasión y por sobre todo desde el respeto de mis propios ritmos.
Te comparto mis acciones por si te ayudan a ti también, ya sea post vacaciones o cuando te sientes un poco perdido o perdida de ti mismo:
1. Retomo mis rutinas y hábitos de a poco: Este es uno de mis mayores aprendizajes, antes pensaba que debía retomar enseguida el ritmo de trabajo, el entrenamiento y mis rutinas diarias. Y he aprendido, que ¡nada más agotador que eso!, así que lo que hago ahora, es ir aumentando de manera progresiva mis exigencias, poniendo foco en que estoy en un período de “tránsito”, lo que implica que, si antes realizaba 11.000 pasos, o entrenaba 3 veces por semana, en este período la meta será la mitad o menos que eso. Lo mismo, con mis rutinas diarias, parto por aquellas que me son más necesarias, o que me son más fáciles de retomar.
2. Tengo momentos de silencio: Amo los momentos de silencio, se genera un espacio tan íntimo, que los necesito de manera permanente para escucharme y sentirme. Trato de que sean parte de mi rutina de bienestar y habitualmente lo hago antes de acostarme, unos 15 minutos al menos. Hay veces, si lo necesito, realizo pausas de silencio en la jornada de trabajo sintiéndose como una recarga de energía pura.
3. Me hablo bonito: ¡Si! Converso conmigo misma, soy amable, cariñosa y por sobre todo comprensiva, hago consciente que estoy volviendo a conectar conmigo, así que trato de ser como mi mejor amiga y así ir reconectando con mis necesidades.
4. Disfruto mucho estar en el aquí y ahora: Mindfulness en los pequeños momentos del día. ¿Mi favorito? La ducha en la mañana, conecto con el olor del gel de ducha (de castaña en el invierno y de menta en el verano) y con la sensación del agua corriendo por mi cuerpo. También me sirve una caminata, disfrutando el andar por las calles y ver qué surge.
5. Conecto con mi ritual favorito: En este caso, uno de mis rituales favoritos es el que tengo para ir a dormir ¡me encanta! preparar el ambiente con sábanas suaves, pijama cómodo, aromaterapia de lavanda, podcast entretenido o un libro liviano (si son muy densos tengo pesadillas, jajaja ) y una infusión de manzanilla o menta.
6. Me alimento de manera intuitiva: Esto me ha ayudado mucho, escuchar mi cuerpo que es muy sabio, sobre todo cuando me estoy conectando conmigo, ya que se transforma en mi brújula interna. Me he dado cuenta, de que siempre que estoy en movimiento me dan ganas de comida casera, comida de mamá dirían algunos. También, hay veces en que anhelo comer cosas frescas, como frutas, batidos, o compotas. Así, que dado que ya me conozco me nutro de este tipo de alimentos en estos períodos.
7. Conecto con mi espiritualidad: Desde pequeña aprendí a conectar con algo superior (lo aprendí de mi madre), ya sea Dios, el Universo, o en lo que tu creas. En general, busco un espacio tranquilo, donde pueda conectar con un momento de paz, si estoy en casa prendo una velita y contemplo mis plantitas, y si estoy en algún lugar con posibilidad de conectar con la naturaleza, me acerco a ella.
Y ¿Por qué el título de este post?, porque conectar con uno mismo es un arte, se requiere dedicación, paciencia, cuidado, atención, pausas, apreciar los momentos, muy parecido a cuando estamos aprendiendo a pintar un cuadro, a tejer nuestra primera bufanda o aprender un instrumento.
Y tú ¿Qué haces para conectar contigo mismo? ¡Estaré feliz de leerte!
Precioso relato ! Uno debe ser el primer amor para poder conectar con los demás.
Maravilloso poder conectar con uno mismo.
Excelentes tips mi querida Andrea, puro amor, pura sabiduría!!!
¡Hola Andre!
Qué rico leerte, me encantó tu relato y aprendizajes. A mi también me ha servido el acomodar el ritmo de las jornadas cuando estamos en un proceso de adaptación o cambio, porque solitas volvemos de a poquito.
Es hermoso conectar con lo humano, un arte muy lindo.
A modo de compartir, estas dos últimas semanas he soltado las pantallas (dispositivos) a las 23:00 aprox y a veces antes. Me ha servido un montón para reconectar y, al igual que tú, también incorporé libros livianos para mis noches jaajjaja es lo máximo! y algunos con más contenido para horas tempranas del día.
Un abrazote
Clara Belén, tu fan n°1