La magia de los nuevos comienzos

Los inicios de ciclos tienen cierta magia para mí, como la oportunidad para hacer algo diferente, para intencionar ese proyecto que tengo en mente, o simplemente para fluir de manera distinta.

Esta energía la siento muy fuerte cuando se inicia una nueva estación, y ahora que ya comenzó el otoño, estoy con todo el power para dar la bienvenida a esta nueva temporada.

Así que, aprovechando este impulso de energía, te comparto las acciones y rituales que me gusta realizar para tener un otoño y un comienzo de ciclo, alineado con mis propósitos y con mi bienestar:

1. Intenciona: Para mí intencionar siempre es el punto de partida de todo lo que hago, me pregunto ¿Cómo me quiero sentir en esta temporada? ¿Qué me gustaría hacer durante este otoño? ¿Cuál es la energía que quiero que me acompañe? ¿Cómo quiero estar al final del ciclo?

Para este año, estoy trabajando el estar más presente en el día a día, conectar con una vida que fluya fácil, con apertura hacia el goce y el disfrute. Lo anterior, se traduce en una disposición hacia esta temporada mucho más abierta a recibir las bondades de la vida. Para trabajar esta intención me sirve mucho usar un mantra o afirmación positiva como “todo fluye fácil en mi día”, “soy afortunada” y escoger un símbolo que me recuerde mi intención, como por ejemplo un trébol de cuatro hojas, una pluma, etc. En mi caso, estoy usando un colgante con un trébol, una chinita y una herradura (¡sí! todo junto, jajaja).

2. Prepárate: La preparación es clave para poder llevar a cabo nuestras intenciones, si, por ejemplo, tienes por objetivo comer más saludable durante este período, es importante preparar con anticipación la compra semanal para las colaciones y menú de la semana. En mi caso, para que todo fluya en mi día a día, me gusta planificar la semana de acuerdo a mis prioridades, haciendo espacio para mis metas laborales, pero también para el descanso y la diversión. Por otro lado, me gusta partir la temporada con un cuaderno nuevo, un nuevo fondo de escritorio, unas lindas flores, e incluso con una velita para crear un espacio armónico.

3. Conecta con tus dones o fortalezas: Para llevar a cabo tus intenciones, es clave conocer tus dones, para ello pregúntate: ¿Qué se te hace fácil hacer? ¿Qué reconoces en ti como una fortaleza?, y una vez que lo tengas claro ¡Pon esos talentos a disposición de tu intención! Si, por ejemplo, eres creativa o creativo aplícalo en tu día a día, ya sea encontrando nuevas formas de conectar con tu bienestar o de encontrar alternativas diferentes para los problemas que puedan surgir en tu día a día.

4. Pasa a la acción: Pasar a la acción es la clave para hacer efectivo aquello que intencionaste, confieso que a mí me cuesta un poco, así que trato de dejarme un espacio en mi jornada para acercarme a aquello que estoy intencionando, por ejemplo, si quiero conectar más con mis amigos, entonces me programo un café o un almuerzo en la semana con uno de ellos, si quiero andar tranquila en el día a día, me planifico y pongo límites a los demás, si es necesario. Como dice mi amiga Tere, (que es coach de hábitos) “no es necesario dar un tremendo salto, sino que paso a paso acercarse a la meta que nos hemos propuesto" (https://growandglow.cl/).

5. Prémiate: ¡Esta es la parte más entretenida! Cada vez que vas actuando acorde a tus intenciones y vas cumpliendo hitos, puedes premiarte con aquello que te hace feliz, no tiene por qué ser con algo costoso o rebuscado, podemos premiarnos con una rica siesta, con nuestro café favorito, una caminata al aire libre, tiempo para uno, comprarnos un libro que nos gusta, en fin, con aquello que nos permita celebrar nuestro avance hacia una vida con intención, sentido y goce.

Y tú ¿Qué haces para intencionar los nuevos comienzos? ¡Estaré feliz de leerte!